El 11 de mayo de 1903, Manuel Narciso Gómez Luque, presbítero y ex-sargento de la Guardia Civil, era nombrado Canónigo de Lugo por “méritos de guerra”, único caso en la historia de la Iglesia y de la Institución de la Guardia Civil.

Gómez Luque ingresó en la Guardia Civil en 1878, alcanzando en muy poco tiempo, por méritos de guerra, los empleos de cabo, cabo primero y sargento. Su comportamiento ejemplar mereció todos los elogios y recompensas por parte de sus superiores.

Tras largas meditaciones ingresó en el seminario de Santiago de Cuba en 1885 y en 1894 concluyó sus estudios sacerdotales con las conceptuaciones de Meritissimus y Benemeritus. Su vida sacerdotal se inicia junto al arzobispo de Santiago, para ser luego coadjutor y por último párroco de la iglesia católica El Caney (Santiago de Cuba), simultaneando su ministerio con las clases de pedagogía y religión en el seminario diocesano.

En 1898, cuando El Caney es atacado por los norteamericanos, el padre Gómez Luque se presentó al general Toral, gobernador militar de Santiago, para ofrecerle sus servicios, asistiendo a los heridos, auxilió a los moribundos y administrando sacramentos. Confesó a numerosos combatientes y transportó sobre sus hombros a más de 80 heridos. A su regreso a Los Villares (Jaén), pueblo de su naturaleza, en 1901 sería nombrado canónigo de la catedral de Lugo.

Su amor a la Guardia Civil fue tan manifiesto que en su devocionario llevaba una foto de su coronel, Francisco León Sotelo, y al iniciar sus homilías solía antes citar algún artículo de la Cartilla del Guardia Civil como reconocimiento imperecedero de fe y amor a la Institución en la que habían transcurrido los mejores años de su juventud.

Iglesia de El Caney, donde ejerció su sagrado ministerio el Sacerdote D. Narciso Gómez Luque. Antiguo sargento de la Guardia Civil. Fotografía tomada al día siguiente del combate de El Caney.
Fuente: Servicio de Estudios Históricos. Guarida Civil.