El 21 de septiembre de 1967 se crearon los primeros Grupos de Esquiadores Escaladores de la Guardia Civil. Inicialmente, se establecieron 31 grupos en diferentes zonas montañosas sus componentes estaban integrados en los puestos y eran parte de su plantilla. En cada grupo había tres o cuatro especialistas y su misión consistía en la realización de los servicios peculiares del Cuerpo en aquellas zonas de su demarcación en que, por razón del terreno y por los medios técnicos de que disponían, no podían desarrollar otras unidades. Cuando no había ningún incidente relacionado con la montaña, estos especialistas prestaban servicio peculiar como cualquier otro guardia civil del puesto al que pertenecían.

Para formar parte de estos grupos era necesario poseer el diploma de Esquiador-Escalador, expedido por la Escuela de Montaña del Cuerpo, o el de Instructor de Esquí y Escalada de la Escuela Militar de Montaña, regulado por la Orden General número 25, de 23 de agosto de 1967.

En febrero de 1968, llegaron destinados los primeros especialistas a los puestos: Becerril de la Sierra (Madrid), La Granja (Segovia), Navarredonda de la Sierra (Ávila), Jerez del Marquesado y Capileira (Granada), La Molina (Gerona), San Lorenzo de Morunys (Lérida), Hecho, Coll de Ladrones, Sallent de Gállego, Torla y Bielsa (Huesca) y Pamplona e Isaba (Navarra). En octubre de 1968, se decidió crear tres grupos específicos, con carácter más exclusivo, en cuanto a la prestación de servicios de la especialidad, y se agruparon a todos los especialistas de los puestos del Pirineo en las localidades de Jaca y Boltaña (Huesca). En noviembre de 1968 se formó el Grupo de Sierra Nevada (Granada), dedicándose en época invernal, en exclusiva, a servicios propios de la especialidad y en época estival a servicios propios del Cuerpo y, esporádicamente, de montaña.

Tras aquel embrión que formaron los grupos de Jaca, Boltaña y Granada se formaron otros en Navarredonda de la Sierra (Gredos), Teruel (Sistema Ibérico), Navacerrada (Sierra de Guadarrama), Mieres, Cangas de Onís, Potes, Reinosa y León (Cordillera Cantábrica), Viella y Puigcerdá (Pirineo catalán). Sin embargo, el sistema de dedicación exclusiva de los grupos del Pirineo oscense no se daba en todas las unidades.

Este sistema fue dando paso a un nuevo modelo de rescate, más especializado y rápido en las actuaciones de los accidentes en montaña, al implicar desde el primer momento a la Guardia Civil, complementando la prestación de asistencia que hasta ese momento ofrecían los grupos de socorro en montaña de la Federación Española de Montañismo (FEM) e, incluso, por los propios compañeros de los siniestrados.

Tras una nueva reorganización en 1981, el Servicio de Montaña de la Guardia Civil se formó por Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (GREIM), desplegados en la mayor parte de los macizos montañosos de la península y en ambos archipiélagos. Está compuestos por especialistas que, además de una formación de base importante, desarrollan unos planes periódicos de instrucción que permiten mantener un nivel físico-técnico adecuado y se actualizan en diversos cometidos de servicio como el barranquismo, la espeleología y el espeleosocorro, entre otras destrezas.

Miembros de los Grupos de Esquiadores-Escaladores de la Guardia Civil en la Sierra de Javalambre (Teruel, años 70).

Fuente: Servicio de Estudios Históricos. Guardia Civil.

Grupo de esquiadores del escuadrón de Jaca realizando prácticas de rescate (1973).

Fuente: Servicio de Montaña. Guardia Civil.